¿Porqué sostengo que ninguno de
los dos es superior al otro?
Porque en la vida cotidiana,
cada uno de ellos tiene un sector donde sus capacidades son indispensables.
Para proyectar y realizar una
empresa se necesita una persona con nariz aguileña. Es necesaria mucha
obstinación para superar las barreras que separan una idea de su realización.
Una vez realizado el proyecto, se crea la necesidad de adaptarse a las exigencias de la realidad, de lo contrario sería suficiente un error mínimo durante la proyectación para que el proyecto fracase.
Una vez realizado el proyecto, se crea la necesidad de adaptarse a las exigencias de la realidad, de lo contrario sería suficiente un error mínimo durante la proyectación para que el proyecto fracase.
Es en este momento en que la
persona con la nariz respingada es indispensable; porque tiene la capacidad de
adaptarse a los cambios “colaborando”. Tiene la capacidad de tomar las
exigencias reaccionando con variaciones creativas. Cambiar una decisión tomada
en el pasado no es algo que lo terroriza, es más, lo tranquiliza y le da
seguridad.
Esto significa que con el mismo
espíritu que toma una directiva de otro y la ejecuta (tratando de mejorarla y
perfeccionarla) consigue adaptarse a las exigencias de la realidad, cambiando
estrategia o método.
Mientras la nariz aguileña tiene
la fuerza y la constancia, pero escasea de sensibilidad para percibir que una
estrategia no está funcionando; la nariz respingada percibe los señales de
alarma para cambiarla antes que cree daños. Uno no ve los indicadores de
peligro, el otro no tiene la seguridad necesaria para superar lo superable.
Mi tipo de hombre es alto, rubio, ojos verdes y nariz aguileña… el problema es que existe ya ésta persona en mi vida, solo que nunca tuve el coraje de insinuarme. Ahora estoy probando a acercarme a él y noto que se altera bastante cuando lo hago.
ResponderEliminarMarce22